Portugal es un país que ha superado con éxito las consecuencias de varias crisis que influyeron en su momento en la economía local, y también ha implantado unas condiciones favorables para poder realizar actividades empresariales. El país ha desarrollado el sector turístico, pero la jurisdicción también ofrece numerosas oportunidades en las áreas de comercio y finanzas. Fundar un negocio en Portugal puede resultar muy interesante gracias a los siguientes beneficios.
Beneficios de la jurisdicción
Registrar una empresa en Portugal da acceso a los siguientes beneficios:
- La existencia de zonas económicas especiales con un tipo impositivo del 5% (como, por ejemplo, el Centro Internacional de Negocios de Madeira).
- Un entorno político y económico estable.
- Unas condiciones favorables para montar y desarrollar negocios en todo el mundo.
- Portugal ofrece también un procedimiento rápido y sencillo para el registro de empresas.
- El nivel promedio de los trabajadores portugueses permite disponer de personal cualificado.
- Incentivos, fiscales y de diversa índole, en determinados sectores de la economía.
Tipos de presencia legal y cómo hacer negocios
Si su intención es crear una empresa en Portugal o establecer su presencia comercial de alguna otra manera, dispone de las siguientes opciones para lograr este objetivo:
- Sociedad Limitada: Es uno de los tipos de sociedades más populares en Portugal. En general, estas empresas las constituyen dos o más accionistas, cuyas obligaciones financieras se limitan a los importes de las inversiones en el capital autorizado de la persona jurídica. El capital social mínimo es de 5.000 euros, pudiendo disponer de uno o varios administradores. El cumplimiento de las normas contables e informativas no es oneroso. Los participantes tienen derecho a recibir una parte de los beneficios correspondiente a sus acciones, así como la información sobre la situación actual de la entidad.
- Sociedad Anónima: Es una modalidad de persona jurídica, la cual se suele crear para captar fondos externos. En principio, debe contar con un mínimo de cinco accionistas (personas físicas o jurídicas), nacionales o extranjeros, cuyas obligaciones financieras no excedan la cantidad de fondos destinados a la adquisición de acciones de la empresa. El capital mínimo exigido asciende actualmente a 50.000 euros. Las funciones de gestión requieren un consejo de administración. Esta entidad legal puede ofrecer acciones a terceros como parte de una oferta pública, y dichas acciones pueden ser transferidas por los participantes sin ninguna restricción. Este tipo de entidad jurídica portuguesa está sujeta a normas de contabilidad e informativas más rigurosas.
- Sucursal: Es la modalidad preferida por las entidades jurídicas no residentes que desean implementar las mismas actividades que las que llevan a cabo en el país de constitución principal. La persona jurídica no residente es responsable al 100% de las actividades de la sucursal, incluidas las posibles pérdidas.
Procedimiento de registro
Para registrar una empresa en Portugal deberá llevar a cabo los siguientes pasos:
- Elaboración de un listado preciso de los profesionales de la empresa y de los tipos de actividades comerciales que pretende llevar a cabo.
- Creación, verificación y reserva de un nombre comercial para la empresa portuguesa.
- Recopilación de información sobre los propietarios, beneficiarios y gestores de la empresa.
- Selección y registro de una dirección legal para inscribir la entidad portuguesa.
- Aportar el importe del capital autorizado de la sociedad.
- Redacción y ejecución de los documentos de fundación y constitución de la sociedad portuguesa propuesta.
- Presentación de los documentos en el registro junto con la confirmación del pago de las tasas de inscripción.
- Obtención de un certificado de registro (sujeto a aprobación).
- Registro en el pago de tasas e impuestos y cumplimiento de los trámites relacionados con la Seguridad Social.
- Elegir un banco para abrir una cuenta mercantil.
- Presentación de documentos para la obtención de las licencias y autorizaciones suplementarias.
Marco legislativo y normativo
La legislación portuguesa respeta a los empresarios extranjeros y ofrece igualdad de oportunidades a la hora de emprender. El proceso de apertura y gestión de una empresa es sencillo. La ley básica que rige el sector comercial es la Ley de Sociedades Mercantiles. Los organismos gubernamentales con los que los inversores no residentes tienen que relacionarse en el proceso de resolución de asuntos comerciales son el Ministerio de Justicia de Portugal a través del Instituto de Registradores y Notarios, el Banco de Portugal, así como la Comisión del Mercado de Valores.
El sistema tributario en Portugal
Si su intención es comprar una empresa en Portugal o crear una nueva, debe tener en cuenta los siguientes aspectos fiscales:
- El tipo del impuesto de sociedades va del 5% (Madeira) al 21%.
- Los tipos del impuesto sobre la renta de las personas físicas: (1) para los residentes: 48%, pero el tipo puede aumentar si los ingresos son superiores a 80.000 euros (2) para los extranjeros: 25%.
- Tipo del impuesto sobre el valor añadido: 23%.
- Retenciones (para no residentes): (1) dividendos - 25% (2) intereses - 0% o 25% (3) cánones - 0% o 25%.
- Tipos impositivos sobre las ganancias de capital: pueden variar en función de la fuente y el importe de los ingresos.
Cómo pueden ayudarle los abogados de Prifinance
Si tiene la intención de comprar o crear una empresa en Portugal, los abogados de Prifinance le ayudarán a alcanzar sus objetivos mercantiles, así como a desarrollar una estrategia de negocio rentable. Entre otras cosas, nuestros abogados llevarán a cabo los siguientes procedimientos:
- Solicitar y recopilar información para las autoridades locales.
- Rellenar los formularios de inscripción exigidos.
- Negociar con los colaboradores locales y los organismos gubernamentales.
- Redactar los documentos constitutivos y el resto de documentación necesaria.
- Abrir cuentas corporativas en bancos locales y extranjeros.
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