Este estado insular situado en el Caribe resulta atractivo para muchos empresarios extranjeros por la sencillez con la que se constituye una empresa y por el alto grado de protección del capital y de la información acerca de los propietarios de las mismas. Antigua es un paraíso fiscal en el sentido clásico del término, ya que permite a un representante (de cualquier país del mundo) registrar una sociedad. La legislación del país (incluida la Ley de Sociedades Comerciales Internacionales que regula las inversiones externas) se perfecciona constantemente.
El registro de empresas en Antigua y Barbuda resulta favorable por los siguientes motivos:
- Todos los procedimientos formales se simplifican al máximo: el trámite tarda un día.
- La jurisdicción protege los activos de las empresas, no se ven afectadas por la legislación de otros países.
- Las empresas perciben beneficios fiscales durante 50 años.
- La información relativa a los propietarios, los beneficiarios y la dirección de la empresa no se divulga (aunque el registro en Antigua está abierto). La jurisdicción ofrece un alto grado de confidencialidad de la información.
- No es necesario presentar una contabilidad anual o informes de auditoría. Es suficiente con mantener la información obligatoria (copias de los estatutos, certificados, memorándum de la empresa y el registro de sus directores) en el domicilio social.
La apertura de la empresa en Antigua está disponible para cualquier no residente, pero se requiere un agente local autorizado (abogado, contable, fiduciario, etc.) para el registro. Todas las sociedades offshore internacionales están controladas por la Comisión AFSR y no tienen derecho a ejercer actividades mercantiles que involucren a los residentes de la jurisdicción, solo pueden hacerlo en el ámbito económico extranjero.
Proceso y características del registro offshore en Antigua
La empresa puede adoptar una de las siguientes modalidades: puede constituirse como sociedad mercantil internacional, sociedad de cartera, sociedad de exportación-importación, financiera, de transporte marítimo o de otro tipo. Permite la presencia de un director, una persona física o una entidad jurídica. También se necesita un secretario, que puede ser un no residente de la jurisdicción. La sociedad debe contar con al menos un accionista, que puede ser una persona física o jurídica. La información sobre los beneficiarios no se divulga a entidades externas ni al público general.
Para obtener el certificado de registro, el representante debe dirigirse a la oficina especial y aportar:
- Una versión verificada del nombre de la empresa.
- Los formularios de inscripción y la solicitud, completados y certificados.
- Los documentos constitutivos apostillados de la sociedad: estatutos, contrato, acta de la junta de accionistas, decisión sobre la aprobación de la dirección de la sede social, notificación del registro de la dirección de la sede social, etc.
- Una confirmación del pago de las tasas y de los derechos de inscripción.
Las sociedades deben elaborar informes sobre los directores y accionistas, certificando ante notario y apostillando toda la documentación presentada en el registro. Se permite un servicio nominal, para lo cual es necesario suscribir un acuerdo sobre los servicios pertinentes y emitir un poder notarial. Tras el registro, la empresa recibe un certificado, crea el libro principal de la sociedad y encarga el sello. En los estatutos se especifican todos los tipos de actividades que se van a ejercer. Una vez registrada, la sociedad debe abrir una cuenta bancaria, lo cual se puede hacer a distancia.
Prifinance le ayudará a simplificar al máximo todos los trámites y procedimientos, encargándose de la tramitación de los documentos. Certificaremos el paquete de registro, abriremos una cuenta en el banco, resolveremos los problemas relativos a la dirección de la sede social, buscaremos un agente y un servicio nominal. Nuestros servicios incluyen un abanico de servicios de asesoría. Registraremos un negocio y le ayudaremos a iniciar la actividad de forma efectiva.