Irán atrae a los inversores a pesar de la complicada situación política de la región. El país cuenta con una economía bien desarrollada y es rico en recursos naturales, en particular, en petróleo y gas. Si esta ubicación le resulta interesante desde el punto de vista comercial, es posible organizar una presencia mercantil a través de alguna de las siguientes modalidades.
Principales formas de presencia legal y empresarial
El desarrollo de una actividad económica se puede llevar a cabo a través de alguna de las modalidades societarias más extendidas:
- Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL): Es una entidad que pueden constituir dos o más personas cuya responsabilidad financiera se limita únicamente a las aportaciones realizadas. Desde el punto de vista jurídico, esta entidad se considera definitivamente constituida sólo después de que la cuantía total del capital social haya sido desembolsada en su totalidad.
- Sociedad Anónima (JSC): Este tipo de entidad puede estar formada por un mínimo de tres personas que responden dentro del valor de las acciones que poseen. Esta entidad se considera por defecto una sociedad mercantil. La mayoría de las ventajas asociadas están disponibles para aquellos no residentes que registren una JSC privada, en la que las acciones no se ofrecen al público libremente, a diferencia de una JSC pública que sí puede realizar dichas ofertas. El importe del capital social puede variar: (i) para una empresa privada no debe ser inferior a 1 millón de IRR, (ii) para una empresa pública no debe ser inferior a 5 millones de IRR en el momento de la constitución.
Requisitos y trámites de registro
Establecer una empresa en Irán es posible si los fundadores aportan el capital social autorizado y transfieren inmediatamente el 35% del mismo a una cuenta abierta en un banco iraní. La transferencia de dinero a la cuenta debe ser confirmada por el banco. Para inscribir una organización en el registro oficial es necesario:
- Proporcionar al registrador (en el Registro Mercantil) la documentación constitutiva, incluyendo la información personal de los beneficiarios, y codificarla con códigos de barras. Dicha documentación incluirá, entre otras cosas:
- Certificado, NIF.
- La escritura de constitución y la decisión de los propietarios de registrar la empresa en Irán.
- Mandatos sobre el nombramiento de los representantes y la dirección, además de copias de sus pasaportes.
- Certificado de la situación financiera de la empresa matriz.La documentación se certifica en la embajada iraní y las traducciones en el Ministerio de Justicia. El representante redacta el poder y firma las copias, tras lo cual se puede registrar la empresa.
- Pagar la tasa de registro de la empresa.
- Publicar el anuncio en el boletín oficial y, además, en un periódico iraní de gran tirada tras el examen y registro de la solicitud.
- Adquirir los diarios de contabilidad y los registros (en los cuales se colocan los sellos del Estado).
- Inscribir a los empleados en el sistema de seguridad social y transferir la información sobre la cuantía de sus salarios al departamento de trabajo.
Con el papeleo adecuado, los procedimientos de registro tardan hasta una semana si se respetan todas las formalidades legales.
Marco jurídico y normativo
El registro de una empresa en Irán conlleva que la empresa se convierta en un sujeto de relaciones jurídicas intranacionales: la residencia de los fundadores y el origen de los fondos son irrelevantes. Entre las condiciones obligatorias establecidas por las autoridades se encuentran las siguientes:
- Preparación del domicilio social en Irán y contratación de un representante.
- El título debe incluir la identificación de la estructura de la sociedad.
- Se debe contratar al menos a un director.
- Es necesario comunicar la información sobre la sociedad a su representante.
- Preparar los informes (no se requiere una auditoría).
Irán estimula la actividad empresarial, incluida la de los inversores externos, y para ello se han creado en el país zonas económicas especiales (ZEE) y territorios excepcionales con diversos incentivos fiscales.
El sistema tributario de Irán
A la hora de establecer una empresa en Irán, puede ser conveniente evaluar los siguientes aspectos fiscales:
- Tipo del impuesto de sociedades (CIT): 25%.
- Tipo del impuesto sobre la renta de las personas físicas: se aplica una escala progresiva de tipos (máximo 35%) en función de la cuantía de los ingresos.
- Tipo del impuesto sobre el valor añadido: 8%.
- Impuesto de retención (para no residentes): (i) dividendos - no aplicable (N/A), (ii) intereses - no aplicable, (iii) cánones - 2,5-7,5%.
- Impuesto sobre las ganancias de capital (para no residentes): no aplicable.
Ventajas de la jurisdicción
Hay que considerar las siguientes ventajas que ofrece Irán a la hora de registrar una empresa en su jurisdicción:
- La información sobre los fundadores de la empresa y los beneficiarios no se inscribe en un registro abierto.
- No existe ningún control de divisas en el país.
- Disponibilidad de zonas económicas especiales en las que se permite la importación de mercancías sin pagar derechos de aduana.
- Beneficios fiscales en determinados casos (para el IVA y el impuesto sobre la renta).
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