El pequeño (pero autónomo) estado de San Marino se halla rodeado por territorio italiano a lo largo de toda su frontera. Es un enclave que, ubicado en una de las estribaciones de los Apeninos, cuenta con un derecho civil favorable que brinda a los inversores externos muchas oportunidades de optimización y desarrollo de sus negocios. A principios de la década de los 90, San Marino se convirtió en miembro de la ONU. En la actualidad, este país ha suscrito numerosos acuerdos con Italia y otros países de la UE (todas las exportaciones e importaciones están exentas de impuestos) y con el Banco Mundial. La moneda nacional es el euro.
El gobierno presta mucha atención, por un lado, a facilitar las mejores condiciones para las inversiones externas y, por otro, a reforzar la reputación del país y mejorar su posición en las clasificaciones de paraísos fiscales. A pesar de que San Marino es una zona de baja tributación, con unas normas tradicionales para este tipo de jurisdicciones en materia de impuestos y de mantenimiento de la información sobre los adquirentes de ganancias, su nivel de credibilidad aumenta día a día gracias a las acciones de las autoridades y las reformas bancarias.
Entre las ventajas que ofrece este estado destacamos:
- Exención de impuestos para las empresas (el tipo estándar en el país es del 17%, existe un régimen simplificado del 6,5%).
- Impulsa el emprendimiento prospectivo: existe un sistema de subvenciones.
- No existen requisitos obligatorios relativos al mantenimiento de registros, ni a la elaboración de informes anuales: la decisión se deja a la discreción de los propios empresarios.
- No se divulgan datos sobre los beneficiarios.
- El número mínimo de accionistas o directores es uno, no hay requisitos para su residencia, los beneficiarios pueden ser personas físicas o jurídicas.
- No existe ningún tipo de IVA en el país, no necesita contratar a un secretario, puede utilizar un servicio nominal, etc.
El registro de una sociedad en San Marino es un procedimiento que requiere asistencia profesional. Un experto con experiencia le ayudará a elegir el modelo fiscal adecuado, la modalidad societaria y cómo integrarla en su negocio actual. Prifinance le ofrece una atención cualificada a la hora de preparar los documentos y de constituir la sociedad, asesorándole en todo momento en cualquier cuestión que pueda surgir.
Tipos de sociedades y aspectos singulares de su fundación
Los inversores extranjeros, al iniciar un negocio en San Marino, pueden elegir una de las modalidades más comunes: sociedades anónimas o sociedades de tipo comercial internacional. Las sociedades anónimas se dividen en dos clases (s.p. y s.p.a.), con un capital mínimo de 256 y 77 mil euros respectivamente. La mitad del importe debe abonarse en un plazo máximo de 60 días tras la finalización del registro, y el resto, a lo largo de los tres años siguientes.
Si la empresa es el único accionista, todos los fondos se transfieren en un plazo máximo de dos meses. En San Marino, al registrar las sociedades en forma de sociedad de responsabilidad limitada (s.r.l.), el capital mínimo se eleva a 25.500 euros. También es posible efectuarlo por partes: una mitad durante dos meses, la segunda, durante tres años. Está permitido contratar a un director (incluso un director nominal) y concentrar la propiedad en manos del único accionista.
La apertura de una sociedad en San Marino consta de varias etapas. Es necesario:
- Comprobar que el nombre sea único y admisible.
- Preparar la dirección de la sede social.
- Redactar el acta de constitución y los estatutos de la sociedad, presentar a la autoridad registral los documentos de identificación de los propietarios y de la dirección.
- Realizar el pago de la cuota estatal a la hacienda pública.
Una vez entregados los documentos, se comprobarán y se tomará una decisión. El proceso de registro, por regla general, se prolonga hasta un mes y medio.